sábado, 27 de julio de 2013

Reportaje de la crisis en el pequeño comercio


¡Buenas tardes a todos!
Aquí os dejo un reportaje que hice hace algunos meses para una clase de la universidad. Trata sobre la crisis que están viviendo actualmente los pequeños comercios y debido a ella muchos han tenido que acabar cerrando su negocio.
Espero que disfrutéis leyéndolo.
Un saludo a todos y ¡feliz sábado!

El pequeño comercio frente a la gran crisis
Los propietarios de las pequeñas tiendas luchan para poder hacer frente a la competencia de las grandes superficies.

Los pequeños comercios han sido una de las mayores víctimas de la crisis desde que comenzó en España en el año 2008. Muchas tiendas se han visto obligadas a liquidar su stock para cerrar, ya que era la única vía de escape que veían, y algunas otras sobreviven gracias a la clientela fiel que lleva comprando en el mismo lugar desde hace años.

Muchos de estos comercios han ido pasando de generación en generación, como es el caso de las tiendas de ropa O’Kela, Dimar, Ibaz o Estrella. Sus propietarios comentan que no pueden luchar contra los bajos precios que marcan las grandes superficies como el grupo Inditex o la cadena irlandesa Primark cuyos precios son excesivamente bajos y disponen de ropa atractiva para un público de todas las edades. Todas las pequeñas empresas tienen que recurrir a crear ofertas llamativas, casi mensualmente, para atraer la atención del público y así poder luchar contra las grandes cadenas, pero sus ventas no crecen lo suficiente como para poder sobrevivir. Todos ellos tienen la esperanza de que todo esto, vaya poco a poco a mejor, como expone la propietaria de la tienda Dimar, Mª José Díaz “Espero que todo esto evolucione a mejor porque como vaya un poquito a peor, se va a tener que cerrar el pequeño comercio”. 

“El pequeño comercio no recibe ningún tipo de ayudas”

A esta crisis se le suma las nulas ayudas que ofrece el gobierno a la pequeña empresa, ya que como comenta el propietario de la tienda de trajes Ibaz, Jesús Gómez “El pequeño comercio no recibe ningún tipo de ayudas; lo contrario de lo que se comenta. Además suben todo, debido a eso muchas tiendas están cerradas o están cerrando, porque en vez de ayudarlos para que se mantengan abiertos siguen subiendo impuestos, como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI)”, Mª José, añade “En vez de ayudarte te ponen la zancadilla, mientras no haya ayudas y dinero para gastar no vamos a salir de la crisis”. La dependienta de la tienda de lencería Estrella comenta que cuando empezó a trabajar -hace15 años- en la tienda entraba mucho más público, pero ahora el poder adquisitivo de las familias ha bajado mucho y por eso disponen de poco dinero al mes para gastarse ya que les han subido todos los impuestos, la luz, el agua, el gas y el sueldo no les ha subido mucho.

Todos los propietarios de los pequeños comercios están de acuerdo que han sufrido un auténtico bajonazo en sus ventas, sobre todo en éstos últimos años. La tienda de ropa infantil Matilda ha tenido que cambiar su ubicación por otra donde pasase más gente y así  poder superar, un poco, las consecuencias negativas de la crisis. Su propietaria, Matilda Jimenez, comenta “Si nos hubiésemos quedado en la otra zona probablemente tuviésemos que haber cerrado”.  Las dueñas de la tienda de ropa O’Kela no han tenido la misma suerte. En el lugar donde tienen ubicado su pequeño comercio han cerrado una boca de metro que hacía que la gente que lo iba a coger pasase por su tienda. Eso ha hecho que ya casi nadie pase por ahí, excepto los clientes fieles que siguen desplazándose hasta su tienda. Algo similar le ocurre a la propietaria de Dimar ya que cuando se instalaron en ese lugar hace 30 años, mucha gente se desplazaba hasta su local con el coche porque tenía clientela del extrarradio y pueblos por sus prendas económicas, pero desde hace cinco años, transformaron la calle en peatonal y cuesta mucho aparcar para llegar hasta allí. La clientela, ha bajado.


“Hay muchos clientes fijos, pero lo que necesitamos son también clientes de paso”

Los clientes habituales han sido, en muchos de estos pequeños comercios, la única fuente de ingresos ya que como explica el dependiente de la sastrería Home 76 “Hay muchos clientes fijos, pero lo que nos falta son muchos clientes de paso que no paran por aquí”. Jesús añade que la clientela ha cambiado de comprar marcas caras a las más baratas, dentro de las marcas, lo más económico. Mª José también comenta que sus clientes fieles han ido pasando de generación en generación y también gracias al boca a boca que hace que nueva clientela entre a comprar a la tienda, pero sólo con ellos no es suficiente para aguantar mucho tiempo más. Todos ellos están de acuerdo que sin la clientela fiel tendrían que haber cerrado hace tiempo.

Muchos clientes lo que buscan en el pequeño comercio es un vendedor cercano

Lo que muchos clientes buscan cuando entran a los pequeños comercios es que se les atienda de forma personalizada, algo que no sucede en las grandes superficies. El trato que se tiene con alguien que ya conoces “de toda la vida” es un trato muy diferente y algunas personas lo que buscan en los pequeños comercios es ese trato individualizado, ya que el precio, a veces, puede ser muy similar al que ponen los grandes grupos, pero el trato con el público es totalmente distinto. La dependienta de Dimar, Virginia Cereceda, comenta “Hay gente que prefiere ir a comprar a pequeñas tiendas de barrio donde se sienten atendidas por el vendedor”. Son personas de edad avanzada que necesitan un asesoramiento por parte del vendedor y en algunas ocasiones también hablar, sentirse escuchados. Virginia explica que a veces se siente más psicóloga que dependienta. El sentirse atendidos y escuchados hace que los clientes quieran volver antes que ir a una gran superficie tan impersonal. 

La crisis ha acabado con muchos pequeños comercios que llevaban tantos años abiertos, pero los que todavía sobreviven tienen la esperanza de que en poco tiempo todo mejore y puedan seguir adelante con su pequeña tienda, muchas veces pasada de generación en generación. Alguna solución que ellos proponen es que se fomente la compra en las tiendas de barrio, en los pequeños comercios, que se les de algún tipo de ayuda para que no tengan que acabar liquidando también su vida. 

"Todo el mundo necesita un paraguas bajo la lluvia"

Leyre Mateos Díaz

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